Mejora del rendimiento de los productos agroquímicos incluso a dosis más bajas.
Mejora de la resistencia al estrés y reenergización de las plantas estresadas y optimización del crecimiento.
Ruptura de la endodormancia para obtener cosechas más tempranas con extensiones del ciclo de vida productivo.
Mejora del tamaño y la uniformidad de los frutos.
Mejora de los atributos generales de calidad.
Mayores contenidos nutricionales y de Brix.
Mejora de la rentabilidad comercial global.
Gestión medioambiental más eficaz al poder trabajar con dosis más bajas de agroquímicos sin penalizar su efectividad.
Su baja dosis de aplicación genera menos residuos de envases y facilita su manejo.